En primer lugar, se realizará un despliegue de las instalaciones piloto, que incluirá: selección de parcelas y ubicaciones, instalación de datalogger y sensores y configuración y puesta en marcha.
Además, serán necesario tener en cuenta el estado de las plantas y los frutos, para lo que se desarrollará la toma de muestras de la uva y el seguimiento agronómico de las parcelas; la extrapolación y análisis GIS; y se establecerán el Protocolo de riego, las estrategias más adecuadas para garantizar optimizar la cantidad de agua utilizada, reduciendo así el consumo actual.
El modelador hídrico se desarrollará teniendo en cuenta toda la información recopilada en campo, tanto a través de las estaciones climatológicas y de planta y suelo como a través del seguimiento agronómico periódico realizado.
Esto se completará con la fase de Integración de modelo hídrico en la app web. Después, se demostrarán y cuantificarán los ahorros potenciales de agua a nivel de explotación (estimados entre un 15 y un 40%) mediante el uso de tecnologías TIC de precisión tanto medidas directas como indirectas de estrés hídricos, en buena parte gracias a los datos recogidos con los sensores de savia y estrés en tronco.
Esto permitirá validar las nuevas tecnologías de medida directa en planta del estrés hídrico en viñedo y compararlas con la gestión del riego con sensores de humedad en suelo.
Gracias a esto, se pasaría a calcular el ahorro potencial en H2O dentro del viñedo de Navarra mediante el uso de tecnologías de precisión en riego validada.
Para realizar este cálculo se ha planificado la actividad Ahorros potenciales, que está precedida por las acciones de instalación de estaciones para toma de datos y georreferenciación, ambas necesarias para poder obtener el dato de ahorro.
Tras esto se transferirán las conclusiones y conocimiento obtenidos al sector mediante la web y sus redes sociales; en formaciones para viticultores y bodegas; eventos de divulgación general; y publicaciones en revistas.
