La jornada acontecía el pasado 21 de diciembre, en formato online.
El pasado 21 de diciembre Acuriego llegaba a su fin con una cita virtual, que daba comienzo con una visión global del proyecto por parte de Helena Zozaya, técnica de proyectos e innovación de UAGN. “Como recordaréis, Acuriego se enmarca en el Programa de Desarrollo Rural de Navarra 2014-2020 y ha recibido una ayuda pública total de 76.111,93 euros (90% de intensidad de ayuda) cofinanciada al 100% por los fondos de recuperación EURI (Next Generation) incluidos en el PDR de Navarra 2014-2020 (FEADER)”, explicaba Zozaya –aquí las diapositivas utilizadas para su introducción-. “Los socios del proyecto somos Viveros Villanueva Vides S.L., Bodega Vega del Castillo S.C. y Unión Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN); y hemos contado con una asistencia indispensable, que ha sido CESENS”, continuaba, para después explicar el objetivo genral: la validación de tecnologías de medición directa en plantas del estrés hídrico y su utilización para el desarrollo de un modelo de necesidades hídricas en vid que permita la implementación de estrategias de riego adecuadas a las necesidades reales de la planta, en lugar de en base a estaciones obtenidas mediante medidas indirectas.
Acto seguido, comenzaba la primera ponencia: ‘Optimización de riego en injertos de vid: ahorro de agua y rendimiento’, a cargo de Miguel Barbarin, del Departamento Laboratorio / I+D+i de Viveros Villanueva Vides, entidad coordinadora del proyecto. “Esta herramienta permite acortar tiempos de riego y optimizarlo; también se consigue evitar llegar a situaciones de estrés muy fuerte haciendo riegos más eficientes; y, por último, se ha visto que evita pérdidas de agua por exceso de riego”, contaba Barbarin, evidenciando el éxito de Acuriego –aquí las diapositivas de su presentación-.
Tras su intervención tomaba la palabra Charo Moriones, de dirección técnica de Bodega Vega del Castillo, con la ponencia ‘Optimización de riego en viñedo: ahorro de agua, rendimiento y calidad de la uva’, que comentaba que todavía se necesitaría la recogida de más datos, pero por esa misma razón, continuarán con la utilización y estudio de la herramienta; con el fin de sacar conclusiones más concretas.
Moriones daba paso a Nicolás Molina, Ingeniero Agrónomo de CESENS, con el discurso ‘Conoce las necesidades hídricas de tú viñedo: medida directa en planta VS monitorización de la humedad del suelo’ –aquí las diapositivas de su presentación-. “Nuestros resultados son los siguientes: el flujo de savia ofrece información del comportamiento diario del cultivo, y permite analizar tendencias y ver cosas más detalladamente; además, hay una correlación muy fuerte con la radiación, pero también influye el DPV (desplazamiento hacia la tarde) y el porcentaje de agua útil. Por otro lado, con el flujo de savia es difícil de calibrar y establecer referencias para la base de un sistema de toma de decisiones para gestionar el riego”, detallaba el ingeniero, y proseguía: “El potencial hídrico, por su parte, tiene referencias y valores absolutos coherentes, por lo que parece indicado para tomar decisiones de riego durante toda la campaña basados en criterios objetivos de estrés hídrico. Asimismo, guarda mucha correlación con DPV, aunque también influye el porcentaje de agua útil; y hemos observado un comportamiento diurno variable, con mínimos y pendientes muy variables influidas por demasiados factores”. “Al tratarse de sólo una campaña, los datos o la información obtenidos no son suficientes para sacar conclusiones definitivas, como bien decía Charo. Por lo que hay que ir analizando y ajustando teniendo en cuenta las tendencias de las dosis de riego y las frecuencias de éstas”, concluía Molina.
Acuriego buscaba el control eficaz del estrés hídrico al que es sometido el cultivo, ya que diversos estudios han demostrado que un estrés hídrico controlado en determinados momentos del ciclo vegetativo de la vid, puede favorecer la calidad de la uva y mejorar la relación hollejo/pulpa. Sin embargo, un excesivo estrés hídrico afecta negativamente al rendimiento de las vides al reducir de forma significativa el peso y el diámetro de las bayas.
Por esto y debido a que en Navarra el viñedo en regadío corresponde a casi el 60% del total y que las principales denominaciones de origen que amparan los vinos navarros limitan los rendimientos del viñedo, una gestión hídrica adecuada supone una ventaja para obtener óptima calidad y evitar excedentes productivos. De esta forma, Acuriego pretendía abordar dicha necesidad mediante la implementación de instalaciones de monitorización de necesidades hídricas de precisión y el desarrollo de un modelo hídrico que realice recomendaciones acerca de las estrategias más adecuadas de riego para conseguir un uso racional del agua, aumentando la calidad y consiguiendo un balance de producción adecuado en la viña. Si bien es pronto para sacar conclusiones definitivas, la iniciativa ha probado que la herramienta va por buen camino y cuenta con un gran potencial.
